Pasa tú primero, que a mi me entra la risa.Os quiero recomendar la mini-serie The Lost Room. Es para comerse el coco de veras, y espero que haya segunda parte pronto. Tres capítulos, aunque sean largos, es muy poco. El argumento de esta historia puede ser muy simple, pero lo complejo e interesante es el desarrollo. Un policía, interpretado por Peter Krause, descubre una llave que abre cualquier puerta, transportándote a una habitación utópica (no existe en ninguna parte) de la que puedes pasar a cualquier sitio en el universo donde haya una puerta por la que salir, y siempre que hayas visto el lugar al que vas a viajar. Es decir, solo te puedes ir a la Mansión Playboy si antes estuviste allí, o si encuentras una foto de alguna de sus puertas en internet.
Eso para empezar. La cosa se complica cuando el poli descubre que hay dos grupos enfrentados por la posesión de los objetos que, igual que la llave, salieron de la habitación dotados con extraños poderes tras un extraño suceso que debe desvelar. Las teorías que manejan estos sectarios son de lo más peregrinas, incluyendo a Dios en algunas. La hija del poli , la pitufa actriz Elle Fanning , una hermana repelente de la ya repelente Dakota Fanning, se ha quedado perdida en otra dimensión por no hacerle caso a su papi, y este entablará alianzas efímeras con todos los buscadores de la dichosa llavecita, con tal de rescatarla del limbo. Ya os digo, de comerse el coco. Y sale Julianna Margulies, una de mis actrices catódicas favoritas.
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