sábado, 5 de mayo de 2007

SPIDERMAN. Estajanovismo para superheroes.

Ayer fui a ver, tan solo cuatro días después de mi laser-terapia (¡para qué han quedado los Jedi!) la tercera parte de la saga de Spiderman. Esta se podía haber llamado perfectamente Spiderman: La Villanos también lloran, Spiderman Mortal Combat o Spiderman- Packman, que el arácnido acróbata parecía un comecocos, y nunca mejor dicho.

Parece que a Sam Raimi le dió un ataque de angustia y decidió meter en esta entrega a tres super-kinkis. El confundido Duende Verde re-loaded, un maloso trágico con cara de palo como Sandman y al simpático Venom, el xenoforme. Peter Parker continua siendo un pringadete de pro que no se entera de las debacles profesionales de su ñoña novia mientras disfruta deshaciendo entuertos red en mano en la Ciudad de Nueva York. El resto, pagad la entrada.

Cosa curiosa, Parker vive en una ciudad de verdad, no en Metrópolis ni en Gotham, y quizá sea este uno de los elementos que hacen que uno se identifique más con el personaje, fuera aparte su condición de mileurista, otro motivo por el que Spidy cae tan bien a la audiencia juvenil.

Y nada, una vez chupado el metraje del invento, pues el resultado es lo que espera uno de este tipo de películas palomiteras, pasarlo bien durante un rato, ver unos efectos especiales apabullantes, acción por un tubo y un par de chicas guapas en peligro. Y es que tampoco hemos avanzado tanto en narrativa desde aquellas escenas en las que el villano de turno ataba a la pazguata damisela a las vías del tren.

Si tengo que sacarle faltas a la película son:

1-Los momentos pastelosos que ni la Julia Roberts sería capaz de sostener.

2-Las llantinas de Peter Parker. Cojones, Spiderman, un poquito de compostura.

3-El momentazo-flash Spiderman congelado durante un microsegundo frente a la ondeante bandera de los EEUU. ¿Mercado global? ¡Leches!

4-Las caritas de James Franco. Ni Zoolander, oiga.

5-El tono de exempla y la moralina de redención-aceptación-resignación. Muy judeocristiano.

6-El look yonki-tonta de Kirsten Dunst en el papel de "La Novia". Más sosa que un bocadillo de polvorones.

7-La tía May...¿Por qué se ha operado las tetas?

Lo mejor:

1- Spidy convertido en Buddy Love.

2-La coreografía bailonga de Spidy. Véase el primer punto.

3-Sandman. A pesar de su cara de muro de Berlín, es el personaje más interesante de la película. Para los malos fisonomistas, deciros que es el actor Thomas Haden Church, el rubio de Entre Copas.

4- Bryce Dallas Howard. Su trabajo es una caca, pero está para comérsela.

Y nada, os coloco un estupendo videoclip de la canción Signal Fire de Snow Patrol, parte de la banda sonora de la película. No tiene desperdicio.


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