martes, 31 de julio de 2007

EL MAR. Siempre el mar.


Enamorado del mar, el horizonte no significa nada si no es azul. Es el destello deseado, mirar las olas mi relax, mi tranquilidad. Puedo pasarme horas mirando sus tonalidades y su resaca. El mar es una toma de conciencia sobre mi finitud. El mar es dual, es la vida y la muerte.

Los seres humanos, compuestos de aguas y sales, somos rebeldes trozos de mar que, un día, nos alzamos de él, movidos por la curiosidad. Al llegar a la orilla. quitamos las algas de nuestro pelo, sacudimos las conchas y corales del cuerpo, y anduvimos. Exploramos la tierra y nos hicimos dueños de ella. Como castigo, el mar desairado no nos dejó volver a vivir en él.

El paraiso bíblico es una metáfora del mar.

3 comentarios:

Lucía dijo...

q foto más bonita! es reciente?

me encanta lo que escribiste.

Jaime Noguera dijo...

Si, es de cuando estuve en la Palma, en unos acantilados que quitaban el hipo y en los que me quedé clavado media hora. Esta foto la hizo un amigo vasco y me las mandó ayer.
Gracias por tu crítica.

Lucía dijo...

pues si ke estás quedándote delgao!!