martes, 14 de agosto de 2007

OTRA NOCHE SIN DORMIR. Que se acabe ya el verano, por Alá.

Los duendes tenían más o menos esta pinta.

Sigo sin dormir bien. Hace tanto calor...Y claro, tengo un cuerpo tan grande...

Los duendes del insomnio me pegaban patadas en los lóbulos de las orejas, me tiraban de los pelos del bigote y se hacían caca sobre mi calva intelecta. Todo para forzarme a levantarme, con dolor de cabeza, sediento, con los ojos hinchados. Malditos enanos faéricos. Malditos. Os odio. Me haceis darme cuenta de que ya no soy jóven.

Esta mañana me desperté a las cuatro de la mañana y me puse a ver Entourage. Me tragué cuatro capítulos. El sueño tardó en llegar. Al final los duendes se aburrieron.

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