Humberto Solás junto a mi concejala, Elena Benitez.La gente me decía a media tarde que este año se me veía más tranquilo. Quizás, pensé, he aprendido a mirarle al caos a los ojos y decirle "me la refanfinfla, neng". Pero no, no creo.
Habíamos colgado la expo de Guillermo del Toro en un tiempo record y entre cuatro personas, lo que parecía imposible de realizar. Los colgadores perdidos habían llegado en el último momento. Gracias a Spiderman Aky.
Los músicos llegaron y ensayaron. el presentador, mi buen amigo Eduardo Herrero, me aportó tranquilidad con su aparición en la Casa de la Cultura, Y cuando se personó Jose Ramón, ya me tranquilicé del todo, aunque no dejaba de ver al diablo sonreirme desde las sombras en algunos momentos, anuncíandome un apagón, la muerte de algún invitado durante los canapés o el incendio de la sala de proyecciones.
Todo el mundo ha quedado contento con la gala. Fue ágil, dinámica y entretenida. Este año hemos acertado, no como otros, que últimamente, fallábamos más que una escopeta de feria.
Humberto Solás, el genial realizador cubano, recogío el premio internacional Ciudad de Benalmádena de Cinematografía.
El premio a Juan Domínguez fue especialmente emotivo. ¡El Juanillo, aissss! Y me agradó ver a tanta gente querida. Desde a Enrique García, Antonio Zafra, o Alberto González a mi tío Paco, Pepa Cejas, Mari Carmen, etc, etc. Bueno...¡y mi padre!
Luego me fui de fiesta con Antonio Busquets, Cesar Sabater (¡que peligro tiene Valencia!), Emiliano Allende y su mujer (castellano-leoneses de pro). ¡Graaande!
Habíamos colgado la expo de Guillermo del Toro en un tiempo record y entre cuatro personas, lo que parecía imposible de realizar. Los colgadores perdidos habían llegado en el último momento. Gracias a Spiderman Aky.
Los músicos llegaron y ensayaron. el presentador, mi buen amigo Eduardo Herrero, me aportó tranquilidad con su aparición en la Casa de la Cultura, Y cuando se personó Jose Ramón, ya me tranquilicé del todo, aunque no dejaba de ver al diablo sonreirme desde las sombras en algunos momentos, anuncíandome un apagón, la muerte de algún invitado durante los canapés o el incendio de la sala de proyecciones.
Todo el mundo ha quedado contento con la gala. Fue ágil, dinámica y entretenida. Este año hemos acertado, no como otros, que últimamente, fallábamos más que una escopeta de feria.
Humberto Solás, el genial realizador cubano, recogío el premio internacional Ciudad de Benalmádena de Cinematografía.
El premio a Juan Domínguez fue especialmente emotivo. ¡El Juanillo, aissss! Y me agradó ver a tanta gente querida. Desde a Enrique García, Antonio Zafra, o Alberto González a mi tío Paco, Pepa Cejas, Mari Carmen, etc, etc. Bueno...¡y mi padre!
Luego me fui de fiesta con Antonio Busquets, Cesar Sabater (¡que peligro tiene Valencia!), Emiliano Allende y su mujer (castellano-leoneses de pro). ¡Graaande!
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