lunes, 14 de enero de 2008

LA PRUEBA DE MI CONSUMISMO. Documento fotográfico que certifica mi no pertenencia a la hermandad del puño cerrado.


El otro día comentaba la queja de un establecimiento de venta de comics en Plaza Mitjana de que no me rasco el bolsillo. Y en parte es cierto. Pocos comics me compro. Los autores que me interesan los puedo contar con los dedos de una mano, y me sobra el meñique.

El otro día tenían un libro que me interesaba, un ensayo sobre el demonio en el cine, y solté las perras, como se aprecia en esa foto tomada por Pedro R. , brazo derecho del individuo de mirada aviesa y sonrisa lupina que con placer recibe mi pago con tarjeta de crédito, dueño de la tienda.

Pues eso, para que conste.

1 comentario:

Stultifer dijo...

El mundo es todo lo que imaginas excepto un pañuelo.
Nadie conoce los gustos o disgustos de los demás. Siempre tendemos a creer que cada uno de nosotros es el NORMAL y el resto varía la norma.
Unos el cómic y otros el muay thai...
http://muaythaitraining.blogspot.com/