Hoy he visitado los centro de El Corte Inglés de Málaga y Fuengirola. Al final he desistido de comprarme algo más que una película en DVD, en concreto La Séptima Víctima. Estaban, como se suele decir, petados hasta arriba. Consumo, consumo, consumo. ¡Leches! ¿No había una crisis? ¿No tenemos los bolsillo pelados? ¿Se ha olvidado ya la gente del conejo que se tuvo que comer en Navidad, a falta de centollos?Me estresa comprar en dias normales, así que imaginaros como acabaron mis neuronas ante el gentío que, orgiásticamente, se lanzaba sobre las etiquetas del género, a ver cuanto se "ahorraba".
Ni Kublai Kan en sus mejores días tuvo que ser tan terrorífico como las bandas de ancianas que he visto hoy tirarse en plancha sobre los expositores de bragas de cuello vuelto. En la sección de audiovisuales del centro fuengiroleño además te metían una música disco machacona te te reventaba los nervios.
¡Y tengo que volver a por unas camisas y un pantalón!
Ni Kublai Kan en sus mejores días tuvo que ser tan terrorífico como las bandas de ancianas que he visto hoy tirarse en plancha sobre los expositores de bragas de cuello vuelto. En la sección de audiovisuales del centro fuengiroleño además te metían una música disco machacona te te reventaba los nervios.
¡Y tengo que volver a por unas camisas y un pantalón!
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