domingo, 17 de agosto de 2008

VERANO BÉLICO

Entre las rupturas, los asaltos a las casas, las bombas de ETA que acaban de reventar en los alrededores, y el conflicto Georgia-Rusia, este verano está siendo de lo más bélico. Yo, con mis filias y mis fobias habituales, me he visto dos películas que vienen ideales para estas fechas.

La primera, Almirante Canaris. ¿Y quien es ese tío?, pensareis los pocos duchos en esto de la Guerra, que sois muchos. Pues bien, resumiendo, era el jefe del servicio secreto alemán o Abwehr. El tipo estuvo haciendole la pirula durante un buen tiempo a Hitler, hasta que claro, el Führer se mosqueó de que participase en el complot del 20 de julio de 1944 para quitárlo de en medio y lo mandó ejecutar.

Resulta que Canaris fue muy importante para que España nunca llegase a entrar en la guerra. Hitler le mandó a entrevistarse con Franco para que le convenciese de que debía unirse al Eje, pero el almirante lo que hizo fue quitarle las pocas ganas que podía tener el Caudillo de España para meterse en el fregao. ¿Para cuando una estatua o una calle a Canaris en España?

De la película me ha soprendido el papelón que hace O.E. Hasse en el rol principal y alguna metedura de pata como la de citar la enchilada con carne como plato típico español, o el numerito de flamenco-mexicano de una de las escenas. Bueno, la película es de 1954 y no habían probado los alemanes la paella y la sangría como es debido, claro...


La otra que he visto es La estrella de África, que nos cuenta la vida de Joachim von Marseille, un as de la Lufwaffe que combatió en los cielos de más allá de Gibraltar. El tipo era un máquina con la ametralladora, llegando a derribar a 17 aviones enemigos en un solo día. Su palmarés total de derribos ascendía a 158 aparatos cuando murió el 30 de septiembre de 1942 al saltar mal del avión que pilotaba, en paracaidas, golpeándose contra una de las alas. Tenía 22 años. Todo un heroe de guerra.

Protaganizada por Joachim Hansen y dirigida como la cinta anterior por Alfred Weidenmann, los combates con maquetas dan el cantazo y los discurso filosóficos sobre el deber son algo más largos de lo aconsejable, pero la película está bastante bien. Fue grabada en gran parte en las Islas Canarias y los aviones "alemanes" que aparecen eran los que en 1957 usaba el obsoleto Ejército Español, que los cedió para el rodaje.

Teneis los casi diez primeros minutos La estrella de África en youtube, por cierto, con la música favorita de Marseille en: http://www.youtube.com/watch?v=wZW1LsrfIyg&feature=related

1 comentario:

Stultifer dijo...

Anda que tuvo mala suerte partiéndose la crisma con el ala del avión... Sería gafe.